Ha comenzado la vendimia nocturna en Bodegas Príncipe de Viana. Los trabajadores, con la única claridad que les proporcionan sus linternas frontales, recogen manualmente los racimos, introduciéndolos en cajas de no más de 20 kilos, mientras el tractor hace incontables viajes a la bodega asegurando que la uva llegue rápidamente a la cámara de frío.

Aquí la uva pasa por un proceso de crioextracción; se congelan los hollejos solamente para romper las paredes celulares y obtener máxima expresión aromática.

Un proceso en donde los blancos de la variedad de uva Chardonnay de Príncipe de Viana expresarán la personalidad de la variedad y del terruño.

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