Plantadas a unos 1000 metros de altitud. Las cepas tienen que soportar las inclemencias de una climatología extrema, pero es precisamente esa dificultad la que se convierte en la virtud de los vinos de Clunia, que les imprime carácter.
Clunia Tempranillo 2013 acaba de recibir la medalla de oro en el Berliner Wein Trophy.