Ingeniero Técnico Agrícola por la Escuela Técnica Superior de Albacete y Licenciado en Enología por la Universidad Miguel Hernández. Actualmente, director técnico de todas las bodegas del Grupo Familia Martínez Bujanda, en donde realiza un magnífico trabajo, como en otros casos, ahí está ese Txakoli en la bodega de Arguiñano. Lauren Rosillo en estos últimos años ha ganado el reconocimiento y respeto por todos los compañeros de profesión y ya se le considera como uno de los grandes referentes de la enología española.
Lo cierto es que, analizando un poco alguna de sus palabras y hechos, se empieza a entender el porqué de ese reconocimiento profesional.
Una vez en un medio de comunicación dijo: ‘El mundo del vino es tan intenso, que algunas veces te supera, sobre todo, económicamente’. Se refería a una época en que, después de unas vacaciones por Frigiliana (Málaga), en un bar de esa entrañable ciudad de apenas 1.500 habitantes, le comentaron que cerca de allí en Sedella un paisano elaboraba un vino tinto. Él movido por esa pasión se acercó por allí y observó que en pendientes de cerca del 80% de inclinación, efectivamente había algunas cepas de garnachas diseminadas por el terreno. Lo que técnicamente se define como ‘pie bajo sin orden’ y al igual que el gran compositor diseña el compás y las notas musicales en su cabeza, el gran enólogo solo al ver un terroir y unas cepas ya visualiza ese vino, que solo él sabe interpretarlo.
De ahí que esa intensidad, como él mismo lo define lo primero que ataca es el bolsillo. Todo lo que se ganaba asesorando enológicamente lo dejaba en esas 2,5 hectáreas de viñedo y en una bodega en Sedella por donde nacen esos vinos tan fantásticos como Sedella, sobre todo las añadas 2008, 2012 o 2014, Laderas de Sedella 2014 o ese reciente vino blanco Vidueños de Sedella 2016 en donde los recuerdos a plátano, peras limoneras en nariz con una acidez persistente en boca y longevo nos lleva al convencimiento, que en blancos no hay en Málaga, nada mejor que aquello que elabora Lauren.
Este hombre enamorado de su profesión y honestamente convencido de lo que hace, también dijo en su día: “Quiero mostrar la Axarquía a través de su vino tinto” y resulta que cuando uno tiene la oportunidad de catar Sedella 2008 con una presencia dulzona, tal vez de la pentosa y exosa de la madera nueva, de unas barricas, que él cree que se equivocó y del que le agradezco mucho que se haya equivocado. Lo único que se te puede hacer amigo Lauren Rosillo es la ola. ¡Vaya vinazo!
La entrevista y la descripción de su bodega y sus vinos lo dejaremos para otro articulo. Estas son unas breves impresiones después de asistir a una cata en el restaurante El Lago de Marbella en donde el orgullo por los vinos de Málaga y la Axarquía tiene un embajador, que los pasea por toda España y esa persona se llama Lauren Rosillo. De Albacete de nacimiento y de la Axarquía por pasión y corazón.
R.G.Q.