La historia de Bodega Calvente es la historia de un agricultor de Granada, Horacio. Todo un adelantado de su tiempo, que observando, que la nevera de Sierra Nevada y la protección de la brisa del mar mediterráneo, esa componenda frío/calor, que envuelve las tierras de la Sierra del Chaparral en la cordillera granadina y algo malagueña albergaba unos suelos y algunos viñedos abandonados impresionantes, asi que aparcó el tractor y empezó a cuidar la viña ancestral, de montaña, sobre más de 800 metros de altitud y poco a poco, desde los años 90, consiguió 40 hectáreas en más de 40 parcelas de impresionantes viñas.
Un día mirando debajo de un castaño las laderas de Sierra Nevada observó que la naturaleza crece y se desarrolla si se la deja actuar, como el castaño de más de 900 años, que da sombra a una de sus parcelas y con portainjertos Abarcoquillo, no tan vigoroso como el Richter, asi como unos plantones que consiguió de Veuve Clicquot a día de hoy tiene uno de los viñedos más impresionantes, que me he podido encontrar a lo largo de mi vida rodeados de bodegas y fincas en toda España.
Viñedos ancestrales, de montaña, como de alto riesgo por sus tremendas pendientes, igual de arriesgados que su jefe, Horacio, pues subir y bajar esas montañas en su todoterreno, también es una operación de riesgo. “Esto lo hago todos los días incluso los domingos, porque la viña necesita atención y cariño”, nos decía Horacio bajando a toda velocidad (al menos así nos lo parecía), una de las paredes hasta llegar a un ligero valle en donde una de las parcelas en bancales se encontraba un viñedo precioso cuidado con compost de sarmiento y excremento de cabra.
Esta es la breve historia de un empresario, visionario, agricultor, reconvertido a viticultor y con la ciencia suficiente como para dejar que la naturaleza interprete sus vinos.
La tecnología es muy importante, pero mucho más, lo es la materia prima y esta es precisamente la clave para que hoy en día podamos disfrutar de una de las gamas de vinos más interesante del mercado. El espumoso Rania, Xate-O, Calvente Guindalera, Laguin-Da, Castillejos y Guindalera tinto.
Horacio tiene un fuerte soporte en su mujer, Josefina, que codo con codo le ayuda en las tareas de la bodega junto a su equipo. Ahora, se encuentra proyectando su nueva actuación. Una gran bodega en Salobreña, que dé soporte comercial y empresarial a estos grandes vinos.
Concretamente 127.300 kms. para mostrar este vino Atlántico por todo el mundo. Once viajes internacionales a destinos como Japón, Corea del Sur, Colombia, Estados...