“Deseo que los sanluqueños y todo aquél que lo desee, vuelvan a recrearse con los mejores vinos que pueda ofrecer esta tierra”. Son palabras de Francisco Yuste, un sanluqueño que en los años 50 del siglo pasado empezó a trabajar en el negocio familiar de caseras y tostados de café, que con los avatares de la vida tuvo que reinventarse y dentro de los nuevos designios se empeñó dentro del mundo del vino, del entorno de Sanlúcar de Barrameda poner en valor y proclamar la grandeza de la manzanilla, oloroso, amontillados, pedro ximénez, etc. curiosamente tan reconocidos mundialmente y en nuestro país, practicamente se circunscribe a ferias patronales y otras similares.
Fue tal empeño de Francisco Yuste, que además del vino rehabilitó las bodegas que compraba y de todo ello tenemos aquellos, que luchamos por la identidad del vino de Sanlúcar de Barrameda, que congratularnos con actitudes como las demostradas por bodegas Yuste.
Todo empieza en 1989, cuando se adquiere Bodegas Santa Ana, unas instalaciones con más de 150 años de historia, cuyos muros perimetrales, con un espesor de 60 centímetros mantienen un elevado grado de humedad y proporcionan gran aislamiento térmico.Tras su reahabilitación, la bodega mantenía unos parámetros ideales para la crianza de la Manzanilla Pasada La Kika, la cual envejece en estas soleras durante más de 9 años. No obstante, para la consecución de los objetivos marcados por Francisco Yuste: la recuperación de edificios bodegueros y la consolidación del negocio fue necesario adquirir en el año 2001, Bodega Los Ángeles situada en el Barrio Alto de Sanlúcar de Barrameda en pleno casco antiguo. Una bodega de 2.300 metros cuadrados distribuída en tres espacios y un patio central. El edificio del siglo XIX tardó 2 años en rehabilitarse y hoy en día resulta la carta de presentación del grupo.
Bodegas Miraflores, la última bodega que configura este trío de ases, se compra en el año 2010 y lo que antes era una cooperativa, se la dotó de la más avanzada tecnología, además de una ampliación para almacenar las reliquias de las bodegas. También constituye la sede principal del grupo empresarial y fiscal.
Los vinos que atesoran estas bodegas salen al mercado con las marcas Aurora (Manzanilla, amontillado y oloroso), Manzanilla en Rama La Kika, Señorita Irene, moscatel Pico-Plata, vermut y brandy Pedro I, brandy Punto Azul y la gama superlativa Conde de Aldama, cuyas soleras se sitúan con más de 100 años.
Concretamente 127.300 kms. para mostrar este vino Atlántico por todo el mundo. Once viajes internacionales a destinos como Japón, Corea del Sur, Colombia, Estados...