Hay bodegas o referencias de vinos, que de alguna manera nos marcan para toda la vida, porque se encuentraban presentes en algún momento de nuestras vidas. El vino que consumía nuestros padres, el que pertenece a alguna celebración importante en nuestra vida, etc.
Muchos de ustedes saben perfectamente lo que digo y ahora lo digo, porque Bodega Escudero esconde en dos de sus marcas episodios personales, que por la casualidad de la vida estaban presentes en la mía. Por un lado, me refiero a Bécquer, un vino que consumía en un hotel de Sevilla con el mismo nombre en pleno centro de la ciudad y donde viajaba con mucha frecuencia, y por otro lado está el cava Benito Escudero, también de esta bodega, donde lo encontré por primera vez en la Casa de Andalucía en Logroño. Momentos preciosos e inolvidables en donde estos vinos de Bodega Escudero estaban presentes y siguen en mi corazón.
Una vez, reflejadas estas sensaciones personales, ahora toca adentrarse en una bodega ciertamente singular de La Rioja Baja. La mayor extensión de viñedos centenarios de Rioja en manos de una familia, que inicia sus “suertes” en el mundo del vino en 1852, en el municipio de Grávalos por Juan Escudero, que vinificaba en cubas para venderlo por la zona. Destacables sus 150 hectáreas de viñedos propios, con más de 50 años de antigüedad situados en la ladera sur del Monte Yerga mayormente. Un paraje en donde nuestro universal escritor Gustavo Adolfo Bécquer se inspiró para escribir muchas de sus obras más reconocidas e incluso en una de ellas la tituló “Miserere de Yerga”.
La segunda generación familiar, Juan y Benito Escudero, continuaron el lagado paterno, pero tal vez, el hecho más destacable a posteriori lo marca el nieto del fundador casi cien años después de la fundación de la bodega. Nos referimos a la elaboración del primer cava de La Rioja.
Ahora los designios de la bodega, lo llevan la 4ª generación integrada por Jesús, María Ängeles, Amador y José María Escudero. De ellos depende confluir la tradición, como por ejemplo el concepto “Vidau” de sus antepasados, que consiste en mezclar variedades de uva en la misma finca. Una de ellas con más de 90 años de edad de las variedades Tempranillo, Garnacha, Mazuelo, Graciano y Monastrell. De aplicar sistemas tradicionales en la viña y al mismo tiempo, las técnicas más actuales de vinificación.
Bodegas Escudero a lo largo de estos años ha ampliado horizontes construyendo otras dos bodegas. Una en La Rioja y otra en Navarra, como tampoco podemos olvidar de los más de 180.000 olivos en propiedad para la elaboración de un excelente aceite de oliva virgen extra.
En esta bodega matriz, de donde parten todas las ilusiones y proyectos de la Familia Escudero, se comercializan los vinos con las marcas: Solar de Bécquer, Bécquer, Serna Imperial, Vidau, Arvum y Heredad Bienzoval, además de sus prestigiosos cavas.