El Pisco peruano es posiblemente el producto alcohólico de reconocido prestigio mundial, que tenga su propia denominación de origen y que se elabora de una manera 100% natural. El whisky, el ron, el vodka y muchísimas más elaboraciones que se realizan por el mundo, a lo largo de la historia se han ido adaptando y adoptando formalidades diferentes, según sea el país en donde se elabore y haciendo hincapié en este asunto, solamente el tequila mejicano pudiera decir lo mismo, pues el orujo español o la grappa italiana adquiere según qué zona una manera diferente de elaborar. O en su defecto no es precisamente el mosto, quien es el responsable de su finalización.
Ya recientemente en 1990 el término Pisco fué declarado como denominación de origen peruana y un año más tarde se fija el territorio de producción: Lima, Ica, Arequipa, Moquegua y los valles de Locumba, Sama y Caplima.
Esta defición tiene concordancia con su pasado. En 1630, el español Francisco Lopez de Caravantes ya identificó este aguardiente como de la zona de “Pisco” y anecdóticamente, los panameños en 1586 lo identificaban como el “vino cocido” del Perú.
El Pisco de Perú se clasifica en las siguientes propuestas:
- Pisco Puro: especial por su fina destilación y de una sola variedad de uva.
- Pisco Mosto Verde: elaborado con mostos, que aún no han terminado su proceso de fermentación.
- Pisco Acholado: Proviene del coupage de varias variedades de uva pisqueña.
- Pisco Aromático: Elaborado con uvas pisqueñas aromáticas, como la uva Italia, Moscatel, Torontel y Albilla.
- Pisco Aromatizado: cuando se incorporan aromas de otras frutas.
- Pisco Macerado: son preparados con Pisco como elemento macerante y la fruta como elemento macerado. Ej. cáscara de naranja, miel, canela, etc.
El Pisco es un producto tan arraigado en la cultura peruana, que se ha declarado oficialmente el 23 de julio como el día Nacional del Pisco y en 1988 el gobierno peruano lo declaró oficialmente como Patrimonio Cultural.
R.G.Q.