Se trata de un Verdejo, que rompe con el mito de que el vino Verdejo debe de consumirse en un año y en contra, además, de quienes dicen, que esta uva tiene mala evolución en botella. Con este vino de guarda, que se saca al mercado, la bodega procura, que el estado de la uva seleccionada de majuelos de más de cuarenta años, así como la crianza sobre lías y un moderado paso en barricas, confiera al vino, la complejidad y armonía necesaria, para que el tiempo le de esa redondez tan singular.