Si tuviéramos que definir un proyecto bodeguero, serio, enrraizado en su tierra, con proyección de perdurar en el tiempo y con vocación de elaborar grandes vinos, sin duda alguna, Bodega La Val se encontraría en ese segmento.
Hace ya unos años, cuando visité Finca Arentei, por primera vez, un precioso paraje rodeado del bosque tipico de Galicia ya me fascinó no solo por su sistema de conducción de las viñas, sino también por una bodega que a lo “Falcom Crest” dominaba todo el conjunto de la finca. Tanta grandiosidad no esperaba encontrar en tierras gallegas, más bien lo situaría en Napa Valley, pero ya percibí la seriedad del proyecto.
Efectivamente, detrás de tanta exhibición de poderío se encuentra un equipo de personas y, efectivamente, en la puerta nos esperaba Fernando Bandeira, para introducirnos en las tripas de la bodega. Aqui, quisiera hacer un paréntesis y centrarme un poco en este hombre socio, empresario, bodeguero y sobre todo implicado y de qué manera en su bodega. Me lo encontré en Málaga en el túnel del vino organizado por la Denominación de Origen sirviendo copa a copa su vino, recientemente en la cata de los vinos Albariños 2017 en Cambados, en donde estuvimos de jurado y siempre atento y defensor de los vinos Albariños de las Rías Baixas y por supuesto sacando pecho de los vinos de La Val.
Ante tanta sensación de grandeza e incluso sobredimensión de la bodega, ahora comprendo el objetivo marcado por este proyecto desde el año 1985, cuando se encontraba situada en la desembocadura del río Miño, en una finca llamada La Val. Una bodega creada por José Limeres Guille. Posteriormente en el año 2003, se traslada a Finca Arentei en el municipio de Salvaterra do Miño, en el corazón de la subzona Condado do Tea y ya puestos a revisar la historia en el año 2010 es el propio Bandeira junto a Antonio Ruilaba, los que adquieren la mayoría accionarial de la bodega y comienza otro periodo, pero siempre con la misma filosofía. Sobre el vino, el terruño es el que manda. Sobre la empresa mantener el equilibrio presupuestario y definir un producto de calidad, cuyo crecimiento se realiza sobre parámetros sólidos y reales.
En la actualidad, bodega La Val tiene 53 hectáreas en propiedad, no compra uva a viticultor y sale al mercado con las siguientes marcas: La Val, Más que 2, La Val Finca Arentei, La Val sobre Lías, La Val fermentado en barrica, además de una gama particular de licores.
El enoturismo configura un apartado importante en la bodega, que ha adquirido la “Q” de calidad Turística, como un elemento distintivo, para certificar la honestidad y calidad de su propuesta.
Concretamente 127.300 kms. para mostrar este vino Atlántico por todo el mundo. Once viajes internacionales a destinos como Japón, Corea del Sur, Colombia, Estados...