La esencia de los vinos de la Ribera del Duero nace en los subsuelos de las montañas en donde durante más de 200 años los lugareños elaboraban y guardaban sus vinos, fundamentalmente para consumo propio. Eso es precisamente, el fundamento de Bodega Servilio, que como otras tantas de la Ribera del Duero, brotan del subsuelo, gracias a las generaciones familiares actuales y emergen con vocación de elaborar vinos, que demandan los aficionados de hoy en día, pero sin olvidar, las raíces de donde vienen.
Personalmente, me satisface mucho encontrar proyectos como el de bodega Servilio, que de alguna manera contribuye a mantener la transparencia y pureza de los vinos de la Ribera del Duero. Estamos hablando de 15 hectáreas de viñedos propios y en donde la bodega tiene capacidad para 100.000 kilogramos de uva solamente Tempranillo y cuyas instalaciones fueron inauguradas en el año 2004. Dos naves contiguas en donde se encuentra la de elaboración y la de crianza del vino, juntas para que el trasiego apenas moleste al vino.
En estos momentos, la bodega se encuentra en pleno proceso de expansión de sus instalaciones con nuevas oficinas, sala de catas y mejora en general para atender mejor al aficionado y sus clientes.
Juanjo Estrada se encuentra muy ilusionado y metido en esta nueva etapa, que empieza en la bodega, que en estos momentos comercializa las marcas Servilio roble, crianza y vendimia seleccionada.
Concretamente 127.300 kms. para mostrar este vino Atlántico por todo el mundo. Once viajes internacionales a destinos como Japón, Corea del Sur, Colombia, Estados...