El Delta del río Ebro alberga un gran humedal de 320 kms. (el segundo más importante de España, después de Doñana), un enclave de gran valor biológico en donde las angulas aprovechan el gran entramado de puntos de agua dulce, como el sistema natural fluvial, las redes de riego agrícola y las acequias para iniciar su migración a aguas continentales donde continuaran su desarrollo.