Aqui, en Valdeorras, no hay grandes elaboraciones, sino grandes vinos. El minifundismo es la característica fundamental de esta zona. No hay modas, ni grandes estructuras tecnológicas. Hay compromiso con la tierra, con la uva y sorprendentemente muy ligado a su gastronomía, artesanía y sus fiestas y ya que hablamos de esto último del 13 al 14 de julio nos encontramos con la XXII Edición de la Feria del Vino de Valdeorras y más adelante las Fiestas de las cuevas de Vilamartin y Seadur; también dos acontecimientos sugerentes.
Desde el año 1945 se reconoce la D.O. Valdeorras siendo las variedades Godello y Mencía las uvas predominantes, aunque no podemos olvidar las variedades blancas Dona Blanca, Loureira, Torrontes y Treixadura o las variedades tintas, Brancellao, Souson o Caiño entre otras. Curiosamente todas ellas con gran arraigo en Galicia.
Podríamos mencionar que la tradición vitivinícola por estas tierras viene de la época de los romanos, una verdad común al resto del territorio español y europeo, pues fueron ellos los que democratizaron el vino, ya que formaba parte fundamental de la dieta de sus soldados, pero dos mil años más tardes los verdaderos protagonistas aquí, son las gente de hoy en día que elaboran estos fantásticos vinos y ya que hablamos de la actualidad, la responsabilidad del presidente del Consejo Regulador de la D.O. Valdeorras, Jose Luis García Pando está siendo fundamental para que el prestigio de sus vinos sigan ascendiendo y reconociéndose internacionalmente, sin perder la esencia de sus tradiciones y su grandísima calidad.
R.G.Q.