Siguiendo el camino, que se inicia por el Castillo de Peñafiel nos encontraremos un páramo en donde en lo alto se encuentra los vestigios del Convento de Santa María de Oreja, ya en el municipio de Langayo, construído en el siglo XII, y habitado por los canónigos regulares bajo la
Pocas son las referencias históricas sobre este convento, situado en un camino de cruces a varios municipios de la zona, aunque en el libro parroquial de Cogeces del Monte en el siglo XVII afirmase, que habitaron allí Templarios. En fin, sea como fuere, lo cierto es que durante la infancia de Antonio Vaquero, hermanos, primos y amigos fué un lugar de encuentro y correrías de la infancia, asi como en su residencia natal de Langayo motivo de muchas conversaciones junto a una buena copa de vino.
De los viñedos situados en altura, algunos de ellos considerados de los
Las mimbres están puestas en esta bodega con apenas 20 años de vida, lo misma edad que la media de sus viñedos para elaborar en estos terrenos de suelo de grava y caliza con poca materia orgánica vinos de referencias de la Ribera del Duero. El objetivo, que han marcado es encubrarlo entre los mejores del mundo. Un objetivo que se consigue con el paso del tiempo
Para la propiedad un gran vino parte de un gran terroir. Ellos ya lo tienen, incluso por la altura de los viñedos pueden eludir por ahora las desgraciadas consecuencias del cambio climático, que se nos avecina. Una apuesta por la variedad; en este caso la Tempranillo es la variedad exclusiva de la bodega. La recogida manual de la uva y su posterior selección en bodega. La apuesta y trabajo en la elección de las barricas. Sus orígenes; roble francés y americano, grado de secado de las duelas, el tamaño del poro y los distintos tostados de la barrica, que tiene que ser discreto para preservar las características de la uva y finalmente, que el fondo de la barrica no esté tostado.
Un trabajo de campo esencial, como en bodega supervisado por la enóloga Silvia González, que en la actualidad ha permitido presentar en el mercado tres propuestas de vinos:
- Convento Oreja roble: con 4 meses en barrica, que permite por su delicadez y presencia frutal en temporada estival disfrutarlo a temperatura más baja de lo habitual.
- Convento Oreja crianza: su primera puesta en escena fué en el año 2003 y de donde parte las primeras ilusiones de este proyecto.
- Convento Oreja Memoria: un reserva
que nace con la añada 2005 con uvas procedentes de una parcela de 2 hectáreas a 950 metros de altitud y que solo en años excelentes se elabora este vino, aunque apenas se pueden producir 500 botellas. - Tenemos que resaltar, que el hecho de haber llamarlo Memoria a su vino de referencia parte de hacer un reconocimiento a todas aquellas personas cercanas, que ya no está entre nosotros. Un homenaje, que resalta la calidad humana de sus integrantes.
La ambición de la propiedad y el horizonte marcado no tiene límites. Nuevos vinos se tiene pensado presentar, siempre y cuando se esté
Bodega Convento Oreja
C/ De la Fuente S/N
47318 Mélida (Peñafiel- Valladolid)