Nunca llueve a gusto de todos, pero si no llueve nunca y el calor aprieta a nadie sin discusión alguna le gusta. Eso es precisamente lo que sucede a nivel mundial en los viñedos por el preocupante cambio climático y que durante muchos años lleva la Familia Torres advirtiendo e intentando mitigar.
Ya la vendimia 2022 ha sido de las más complicadas en casi toda Europa, pero si cruzamos el charco en Sebastopol (California) ha sucedido lo mismo. Según Marimar Torres, “Este año tuvimos la peor ola de calor nunca vivida. Justo en septiembre, cuando estábamos empezando a recoger la uva, la variedad Chardonnay, Albariño y Pinot Noir maduraron al mismo tiempo. Tuvimos que vendimiarlo todo en dos semanas trabajando desde las 2 de la madrugada, incluídos los fines de semana”.
El resultado lo mismo que en Europa; rendimientos muy bajos, pero de una calidad excelente. Una realidad, la del cambio climático común en casi todo el planeta y en la que todos tenemos que involucrarnos para que esto no vaya a más.
En el momento que escribo estas líneas una ola glaciar histórica está congelando Nueva York con consecuencias nefastas para la población. En España un clima cálido casi primaveral nos acompaña las navidades y los pantanos en mínimos históricos.
Familia Torres lleva años trabajando para que la convivencia medioambiental en la elaboración de sus vinos sea compatible con el entorno. Un ejemplo que todos tenemos que concienciarnos.
Ricardo G.