LA D.O. MONTSANT. SUS VIÑAS III PARTE

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Los vinos de la D.O. Montsant son fruto de la tradición centenaria y de los conocimientos enológicos y técnicas actuales. Las viñas se encuentran plantadas entre los 50 metros sobre el nivel del mar en las zonas más bajas, y los 700 metros en las más elevadas.
De entre las variedades de uva autorizadas por la D.O. Montsant destacaremos mayormente la Garnacha tinta y la Cariñena consideradas históricas y predominantes junto a la Garnacha Blanca y Macabeo en menor medida, pues Montsant es hoy por hoy más tierra de tintos, que de blancos.

 Además podemos encontrar vinos elaborados y autorizados dentro de la D.O. Montsant con elaborados de Chardonnay, Moscatel, Pansal, Perellada, Cabernet Sauvignon, Garnacha Peluda, Merlot, Monastrell, Picapoll Tinta, Syrah y Tempranillo.

Los vinos de la D.O. Montsant son fieles a su origen. Vinos que hablan de cómo un clima de contrastes idóneo, sobre todo para la Garnacha, la orografía accidentada, la variabilidad de suelos y la mano del hombre influyen para dar identidad a sus vinos.

El 90% de los vinos se elaboran con uva tinta siendo la Garnacha y la Cariñena las más representativa. Sobre la primera. Una de las variedades más plantadas en el mundo. La segunda en España debe su orígen probablemente en el reino de Aragón. Rápidamente se implantó en las tierras catalanas, sobre todo en Tarragona. Vinos con relativa graduación alcohólica, con recuerdos a fruta roja (frambuesa y fresa). Aromático y con un suave sabor a higos y alquitrán. En el Montsant, tierras de contrastes se consiguen vinos tremendamente versátiles. Fácil de comprender y armonizan con todo tipo de carnes, quesos de oveja y cabra, pastas, arroces y guisos.

Vinos singulares, que dan identidad a la comarca. Complejos y aptos para la crianza.
La Cariñena, también de origen aragonés. De la tierra que recibe su nombre, aunque también se la conoce por Mazuelo o Samsó. Hablamos de una variedad tánica, que la dota de una pronunciada acidez. Apta para la crianza. En el Montsant se agradece mucho el coupage sobre todo con Garnatxa, pues la Cariñena aporta color más intenso por su importante pigmentación y azúcares con aromas ligeros a violeta y en boca nos resulta más amarga, herbáceo y estructura.

En el Montsant el dúo Garnatxa, Cariñena imprimen la personalidad y talento de unos vinos facilmente reconocibles, que en este año, como ya adelantamos en la primera entrega de este monográfico es el año de los vinos de la D.O. Montsant.


Por lo que respecta a los vinos blancos, se elaboran casi exclusivamente con las dos variedades tradicionales de la zona: la Garnatxa Blanca, con más cuerpo y estructura, y la Macabeo, que da vinos más finos. Las dos se distinguen por la sedosidad, la estructura y los aromas elegantes y sutiles.

Los vinos rosados han ido ganando presencia con los años. Son intensos en nariz y sedosos en boca, y destacan por sus aromas afrutados.

Por otra parte, son de larga tradición en Montsant los vinos generosos. Antiguamente, cuando las bodegas eran familiares, era habitual tener un barril de vino rancio y otro de vino dulce. Actualmente, la elaboración de vinos de licor tradicional está mucho más sistematizada pero sin perder espacio en la totalidad de la producción. Además, dulces, rancios y mistelas han recuperado en los últimos tiempos su prestigio como producto gourmet.

Ricardo G.

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