LAURENT-PERRIER, BREVE HISTORIA DE UNA LEYENDA

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El mundo del champagne, como otras muchas comarcas vitivinícolas viene marcados por ciclos o etapas, que han influido en su devenir. Es verdad, que a lo largo del tiempo podríamos reflejar muchas etapas, pero en el caso del viñedo francés la gran epidemia de la filoxera devastó su viñedo a finales del siglo XIX, primeros del XX, y por supuesto la 2ª Guerra Mundial, más que la 1ª, también influyeron en las tendencias y maneras de elaborar como el champagne.

En el caso de la Maison Laurent-Perrier, todo su recorrido empieza en el año 1812, cuando André Michel Pierlot; un antiguo tonelero y embotellador crea este proyecto, que a la postre sus descendientes y amigos culminan con el nombre de Laurent-Perrier.

Una primera etapa noble, pero no lo suficiente como, para enmarcarlo como una leyenda en el mundo del champagne.

Su segundo ciclo empieza en 1939, cuando Marie Louise de Nonancourt, compra la Domaine Laurent-Perrier. Viuda y con cuatro hijos, donde la 2ª Guerra Mundial le arrebató uno de ellos es cuando uno de ellos Bernard de Nonancourt, tras un arduo aprendizaje en los viñedos y con tan solo 28 años se convierte en director general de la Maison y empieza la verdadera historia de la “leyenda” de una marca y de una manera de concebir el champagne más gastronómico.

Efectivamente son muchas las aportaciones que ha realizado Bernard de Nonancourt al prestigio mundial de este espumoso. Un adelantado de su época apegado a las tradiciones de la comarca del champagne, él supo crear un estilo Laurent-Perrier en donde personalidad, elegancia, pureza son su verdadero signo de identidad.

Cuando en 1948 Bernard realmente cogió las riendas de la maison se encontró con que el champagne era ese producto en donde el azúcar era un ingrediente importante para la conclusión del champagne y por consiguiente para los postres era su acompañante adecuado. Bernard se negó a este tipo de elaboraciones. Revolucionó la manera de interpretar el champagne y lo hizo más gastronómico.

Gran Siécle, Alexandra Rosé Millesimé, Cuvée Rosé son algunas de las propuestas que llevan su firma.

Recientemente el mundo del champagne le rindió un homenaje del que solwines.es hizo eco.

En el año 2010 Alexandra y Stéphanie de Nonancourt, tercera generación de la familia se hicieron con el timón de la maison y posteriormente en el año 2019 Lucie Pereyne de Nonancourt se incorporó a este maravilloso proyecto en el que la añada más prestigiosa no es un millesimé, algo habitual en las demás maison.

No podemos olvidar de otras referencias que configuran la leyenda Laurent-Perrier como Blanc de Blancs, Heritage, Brut Mellisimé y Ultra Brut.

Ricardo G.

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