Pocos vinos tienen un nombre que expresan la totalidad de su esencia, como El Pacto. Unos reciben el nombre de la finca de donde proceden las uvas y ahí se queda, otros de su bodega y algunos tal vez sirven de homenaje a algún progenitor.
El Pacto. Qué palabra tan bonita y llena de expresividad. El pacto entre generaciones, el testigo (los conocimientos) que pasa de unos a otros. El pacto del hombre con la tierra, El pacto entre la uva, que en este caso mayoritaria de Tempranillo con algo de Graciano y Mazuelo con el vino. El Pacto en definitiva lo enmarca todo. Un acierto de la familia Vintae sin duda alguna, pero ahora toca hablar de su contenido; el vino.
El Pacto es un vino estructurado, fino, fresco con abundantes notas frutales características que gracias al enólogo Raúl Acha dentro de una botella borgoñona identifica la tendencia actual de los consumidores. De color rojo cereza de capa alta en nariz es intenso, con marcada presencia de recuerdos de frutas del bosque, notas especiadas, regaliz y chocolate.
Su paso en boca es amable, equilibrado, expresivo, fresco y otra vez la presencia de frutos del bosque marcan su característico ensamblaje de las variedades de uvas antes descritas.
Jose Miguel Arambari máximo responsable de Vintae siempre comprometido con el entorno de donde procede la uva ha conseguido con El Pacto 2020 la máxima expresividad de un vino, que se puede disfrutar por un precio entorno a los 14 euros pleno de frescura, frutalidad y la elegancia de cepas cultivadas en los años 60.
Ricardo G.