Siempre detrás de una gran bodega hay un gran hombre. Un visionario. Tal vez un concepto nuevo de diseñar un vino o una filosofía de trabajo que permita elaborar vinos diferentes, que enganchan al consumidor y por que no ambas cosas. Lo cierto es que con el nacimiento de Bodegas Cosme Palacio en 1894 surge una manera de concebir el vino íntimamente ligado a la historia de Rioja. Don Cosme Palacio Bermejillo tomo las riendas de la bodega familiar fundada por su padre casi treinta años antes y supo concebir vinos a caballo entre los Rioja Clásicos con los Riojas Modernos. Algo que ahora en el siglo XXI y ya en las manos de Entrecanales Domecq e Hijos se mantiene como señas de identidad de la bodega.
Uno de los factores importantes a reseñar es la ubicación de la bodega y del viñedo. Pieza fundamental de ese concepto tan personal de los vinos de Bodega Cosme Palacio. Efectivamente, todo nace en Laguardia (Álava) a los pies de Sierra Cantabria y el sinuoso curso del río Ebro.
La primera bodega en seleccionar las mejores cepas viejas para obtener la máxima expresividad frutal, que marcó el devenir de los vinos riojanos de calidad y personalidad se ha ido adaptando a los nuevos estándares, pero con esa impronta, que la define de los nuevos consumidores. Así, a finales de los años ochenta de la mano de Jean Gervais y el enólogo Michel Rolland se vuelve a reinterpretar y modernizar ese concepto, tan personal de los vinos de Cosme Palacio.
Sus conocidas propuestas se dividen en dos marcas: Cosme Palacio tinto reserva, vino de Laguardia, blanco reserva y 1894 tinto y blanco.
Su otra marca es Glorioso crianza, selección especial, reserva y gran reserva.
Otro de los atractivos de esta bodega es la reciente puesta en funcionamiento de su hotel, referente en Laguardia.
Bodega Cosme Palacio
Ctra. Elciego Km. 3
Laguardia (Álava)
Ricardo G.