Seguramente una parte importante de las 29.000 barricas que la bodega dispone para la crianza de sus vinos una parte significativa se la llevará el LAN Crianza.Es ese vino buque insignia de la rotación, que gracias a su fantástica relación calidad precio proporciona muchas satisfacciones al grupo propietario Sogrape. Efectivamente añada tras añada María Barúa y su equipo han sabido conectar las preferencias de los consumidores y elaborar en este caso un vino fresco y frutal con una crianza de 15 meses en barricas mixtas francesas y americanas.
LAN Crianza 2020 mantiene esa etiqueta tan característica de sus últimas añadas: marco color albero con un encuadre rojo y las letras en negro. Inconfundible sin duda alguna.
Tras descorchar la muestra recibida de este vino coupage 97% Tempranillo, 2% Garnacha y 1% Mazuelo, ya en copa tenemos una propuesta de capa media, color rojo picota. Intenso y aromático en nariz nos vienen recuerdos a fruta del bosque en especial fresa, achocolatado y torrefactado toque de vainilla y retrogusto de brea. En boca es potente, alegre, redondo, largo, frutal con una entrada golosa, que se mantiene persistente.
Expresivo, armonioso y con cuerpo LAN Crianza 2020 armoniza muy bien con embutido, carne de caza, pasta, guisos y como fue en nuestro caso con un chuletón de Retinta Gaditana.
Si hay algo que caracteriza este vino es que añada tras añada se adapta a los tiempos. Siempre será garantía de éxito en cualquier almuerzo que compartamos con amigos y un soberbio precio; sobre los 8,50 euros.
Ricardo G.
