Al empezar el año entre un grupito de prescriptores andaluces apostamos por una denominación de origen, que a lo largo del año será reconocido como una de las que más han crecido en cuanto a prestigio y posicionamiento en el mercado nacional. Para mi sin duda alguna se la juegan tanto la D.O. Ribeiro, como la D.O. Montsant. Dos espectros diferentes con un denominador común: el excelente trabajo de sus gentes. Hablamos de viticultores, bodegueros, Consejo Regulador. La inmejorada puesta en escena de sus vinos: variedades autóctonas, que gustan al consumidor, puesta en escena de sus vinos y otra vez más el trabajo de marketing y misiones comerciales auspiciadas por su consejo regulador.
Durante el mes de febrero iremos desgranando un poco el D.N.I. de la D.O. Montsant, pero serán ustedes honorables lectores los que tienen que dar su veredicto final.
Nos encontramos sobre 1908 hectáreas de viñedo mayormente de uva tinta, 1668,60 hectáreas frente a 137,01 hectáreas de blancas a fecha 2021. 7.600 millones de kilos, que dió salida a 5.756.054 de botellas. Datos estos que nos señalan un solo camino; la calidad como única vía para despuntar.
La D.O. Montsant nació en el año 2001. Anteriormente casi desde 1932 era considerada la subzona del Falset dentro de la D.O. Tarragona. Hoy abarca 16 municipios de la comarca del Priorat y de la Ribera del Ebro. Un alumbramiento, complicado lleno de estigmas preconcebidos como la hermana pequeña de la D.O.Ca Priorat o ha venido para aumentar la grandeza del Priorat como marca alternativa, etc. pero gracias a su gente hoy se ha hecho un hueco en el competitivo mercado del vino con entidad propia. Un referente presente en más de 40 países. La mitad aproximadamente de su producción se lo lleva el mercado exterior principalmente Estados Unidos y Alemania. Mercados por cierto exigentes, que no compran cualquier vino.
Curiosamente, los 16 municipios que la conforman rodean la D.O.Ca. Priorat. Un abrazo en donde comparten parte de una comarca, pero que les diferencian por el clima de contraste sobre todo en la D.O. Montsant, orografía accidentada, especificidad y variedad de suelo, variedades históricas de uva y la mano del hombre del montsant capaz de integrar tradición con la más actual tecnología. Un conjunto de elementos diferenciadores de la D.O. Montsant marcados en el tiempo. Desde el Imperio romano, que por estas tierras asentó la viticultura en la zona hasta la Edad Media, cuando se produjo la primera expansión de la viña por los pueblos y territorios, que hoy en día configuran la D.O. Montsant.
Monjes cartujanos de Scala Dei forjaron nuevas técnicas de cultivos. La comarca del Priorato (tierras del prior) adquirió relevancia y solvencia en la elaboración del vino, llegando al siglo XIX principios del XX, cuando los vinos del Montsant fueron exportados a Francia gracias a los comerciantes de Burdeos y del Rosellón, que vinieron atraídos por las bonanzas de sus vinos.
Tras la crisis sobre todo por la aparición de la plaga de la Filoxera el Montsant se tuvo que reinventar con la aparición de las primeras cooperativas, que ayudó a mantener el cultivo de la zona y evitar su despoblación. De este periodo no podemos olvidar dos catedrales modernistas; la de Falset y la de Cornudella. Ambas a día de hoy gozan de una envidiable salud y en solwines.es cataremos alguna de sus referencias.
Ricardo G.