EL MUNDO BLANCO Y ROSADO DE BODEGAS LAUS, D.O. SOMONTANO

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A principios de este siglo el somontano se puso rabiosamente te moda. Grandes inversiones en bodegas como los grupos jerezanos González Byass y Barbadillo adquirieron Viñas del Vero y Pirineos respectivamente. De la Rioja la familia Lázaro construyó Bodegas Irius hoy en manos de un grupo catalán llamado Sommos. También hubo inversiones fallidas como Bodegas Olvena; y seguían vivos proyectos tan sólidos como Enate y su rosado particularmente porque es verdad, que entonces a un rosado en muchas partes de España era suficiente decir Enate para que el hostelero supiera el tipo de vino que queríamos.

Podríamos seguir hablando de otras muchas opciones como Lalanne. “Las chicas de Lalanne tan simpáticas como emprendedoras”, Meler, Fábregas, Otto Bestúe, etc.

Nunca sabremos a ciencia cierta a que se debió esta eclosión de inversiones. No obstante es verdad, que quien conoce estas tierras aragonesas sabe que el terroir, el clima y sus microclimas son el santo grial para elaborar vinos genuinos, complejos y con una sólida personalidad.

La primera vez que visité Bodegas Laus, al margen de visionar un proyecto bodeguero espectacular, quedó constancia de un marcado objetivo enoturístico. Se pretendía incluso, construir un hotel de lujo dentro de las instalaciones. Lo que realmente me sorprendió fue el impresionante viñedo que estaban desarrollando camino de Alquézar. Con ese potencial elaborar vinos señeros sería cuestión de tiempo.

Transcurridos sobre 20 años desde mi primera visita, luego vinieron más. Las cosas han cambiado significativamente. Empezando por la propiedad, ahora en manos de los mismos de Enate. Ya una señal de garantía sin duda alguna de que la calidad siempre se irá a mejor con unos planteamientos comerciales y enoturísticos sólidos.

Dos son los vinos que tenemos en nuestra mesa de cata, que testamos a las 11 de la mañana de un viernes.

 

LAUS CHARDONNAY-  GARNACHA 2022

 

En nuestras fichas de cata venimos testando este vino desde la añada 2004 hasta 2011. Antes se llamaba Laus Flor de Chardonnay. Ahora en esta añada 2022 Laus Chardonnay-Garnacha.

Un año seco y caluroso, que obligó realizar la vendimia antes de finalizar la primera quincena del mes de agosto. Por contra la vendimia nocturna trajo a la bodega unas uvas en su perfecto estado de maduración.

Hay que reconocer, antes de nada, que siempre los vinos de Bodegas Laus han estado muy bien vestidos. Una etiqueta sencilla, elegante y moderna propios del vino que tratamos.

Visualmente en la copa aparece un precioso color amarillo limón, con reflejos verdoso. Brillante y limpio. En nariz surgen aromas frutales cítricos y tropical. Recuerdos de piña, plátano y papaya con algunos ligeros toques florales.

En boca es amable, fresco, consistente, complejo y largo. Un vino versátil capaz de maridar con muchos platos. Una pasta con salsas especiadas, mariscos, pescados pequeños, quesos y patés son alguna de las propuestas que se nos viene a la cabeza.

En fin, un vino moderno, sugerente, con una relación calidad precio excepcional. No llega a los 6 euros la botella.

LAUS GARNACHA-SYRAH 2022

 

Lo mismo que el  blanco anterior en nuestras fichas de cata venimos testando este vino desde la añada 2005 hasta 2012. Curiosamente antes era un rosado mono varietal Flor de Merlot y ahora esta variedad de uva desaparece para dar paso a un coupage de Garnacha y Syrah.

Los vinos de Laus se vendimían por la noche y se maceran por separado. Las características de la vendimia del 2022 son iguales que las del vino blanco por lo que lo primero que nos fijamos es en la etiqueta. Marca de la casa fondo blanco con la inserción de una preciosa flor. Sencilla, elegante y moderna. Si bien en las primeras añadas estos vinos se llamaban flor de… Lo cierto es que la palabra flor ha sido sustituida por la imagen de aquellas especies florales que se encuentran en determinadas zonas de la bodega. En este caso, es una rosa, tan típica de muchísimos viñedos.

Laus Garnacha-Syrah 2022 se presenta en la copa de un sugerente color rosa pálido, brillante y limpio. En nariz parece una tienda de golosinas, algodón de azúcar, recuerdos de fresas y ciertos frutos rojos como la frambuesa dan paso en boca a un vino amplio, goloso y equilibrado.

Un vino rabiosamente actual para todo tipo de paladares y a cualquier hora. Desde el aperitivo, a un almuerzo en donde empezamos con quesos, pasta, arroces, ensaladas y cualquier pescado y carnes de ave a la plancha.

Al margen de los aspectos financieros y comerciales los vinos blanco y rosado de Bodegas Laus han ganado en elegancia, actualidad, en sabrosidad y personalidad con respecto a las añadas testadas anteriormente. Un salto a la calidad, que no al precio pues mantiene una relación de ambos factores sobresaliente.

 

Ricardo G.

 

 

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